“La familia perfecta” es una de las comedias que el cine español ha dado a luz y el streaming ha difundido en un mercado de innumerables posibilidades. Se estrenó el 3 de diciembre de 2021 y hoy es una de las propuestas más vistas de Netflix.

*Por Gisela Colombo

Se trata de la historia de una familia de clase alta española cuyo único hijo se enamora de una chica de barrio bajo, también madrileña. De hecho, el contrapunto comienza con una visita a la familia de la novia que hacen los padres solemnes de Ernesto. Allí, la madre pregunta con escepticismo si todavía están en Madrid, después de haber pasado unos cuantos vecindarios populares. Pero el punto más alto no llegará hasta que vean a la candidata. Instructora de actividades físicas de moda, exhibe una serie de vicios del habla popular. Su aspecto físico excesivamente encarnado en las telas, roza el peor gusto dentro de esa tendencia de la indumentaria deportiva que se ha extendido para cualquier ocasión.

A partir de allí la comedia se da con todos los ingredientes clásicos de este tipo de obra. Pero lo más problemático es que el personaje del padre de la chica, Miguel (José Coronado) se entusiasma con la posibilidad de tener un romance con la madre del chico, Lucía (Belén Rueda), que también sucumbe en la tentación. Es cuando ocurre la ruptura de la familia, ya que son descubiertos en su infidelidad, durante la fiesta de casamiento de sus hijos. Así, la familia perfecta se disuelve aunque en defensa propia. En defensa de los sentimientos más genuinos y de una liberación emocional sin la cual es difícil sentirse expresados.

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Belén Rueda, quien protagonizó la tira “El silencio de la ciudad blanca” encarna el papel de Lucía; José Coronado, el empresario protagónico de “Vivir sin permiso” que aquí exhibe su versatilidad en la comedia, da vida a Miguel, el padre de Sara (Carolina Yuste). Gonzalo de Castro interpreta a Ernesto, el novio. Pepa Aniorte es Amparo, madre de la novia y mujer empoderada y valiente. Y hasta un cura que se desboca con los frutos de mar completa la fórmula.

Con un guión de Olatz Arroyo y dirección de Arantxa Echeverría, el film logra cierta simpatía, aunque no escapa de los lugares comunes. Uno de los ingredientes más alineados con el estado de la discusión social es la independencia femenina. La misma que Amparo, la madre de Sara, tiene conquistada desde el ómnibus que maneja, pero Lucía logrará durante la película, cuando se atreva a darse cuenta de que su matrimonio está terminado, deje a su esposo y revise su condición de dama burguesa y conservadora.

Un entretenimiento digno, que no deja huella profunda en el espectador y aun así no decepciona.