*Por Miguel Angel Rodríguez
Es duro ver como nuestros artistas mueren o inician un camino silencioso de ostracismo y locación en otras tierras. Suicidios, muertes incomprensibles o abandono del lugar natal conforman un panorama fantástico que corona decenas de caminatas buscando moneda para vivir o un lugar donde expresar el orden o el caos. No voy a dar nombres propios que certifiquen el desprecio de algunos sectores sociales por el arte, la cultura y el pensamiento. No. Solo me limitaré a contar la vida de un artista pampeano que murió joven y del cual sabemos poco.
Intervención digital sobre rostro de Carlos Isa
En Temponautas Films, Carlos Isa se integró a un grupo de jóvenes interesados por documentar aspectos de nuestra vida cultural. Con Pablo Carlassare, Marcelo Aromando y Sergio Rios produjo y actuó en películas basadas en diferentes historias donde lo terrestre constituye la antesala, o la excusa, para desarrollar temáticas humanas y sobrehumanas a un mismo tiempo. La razón, el delirio, la trasmutación y el cosmos, así como sus marcas y signos presentes en el imaginario, son cuestiones tratadas en sagas producidas a partir del año 2009.
Intervención digital sobre rostro de Rubén Schaap
Con el tiempo la actuación de Carlos Isa ganó protagonismo, despojó la mirada y acentuó la sensibilidad. El cerrajero –su personaje más enigmático- es un hombre provisto de espada capaz de encontrar misteriosas puertas emplazadas en el paisaje que, con delicadeza y soltura, destruía una tras otra. Las imágenes son místicas a más no poder y ahondan en temas fuertes: la capacidad que tenemos de visualizar un problema y superarlo, entablando una conversación silenciosa con nosotros mismos, pero también con el universo.
Las puertas que el cerrajero destruye –a lezna, hacha o espada, en verdad poco importa- pueden decodificarse de diversas formas. Alguien puede ver lo efímero: un demente rompiendo mobiliario emplazado caprichosamente en el monte, o lo perenne: el mago-brujo que desarticula el canal por donde ingresan vibraciones extrañas y perturbadoras. Como sea: las imágenes logradas por Temponautas son poéticas y Carlos Isa logró plasmar algunas búsquedas que nos aquejan, convirtiendo el dolor en belleza.
Ya están aquí. 2009
El artista y docente no está entre nosotros, al menos físicamente. Partió en enero de 2015 con 48 años de edad. Queda su trabajo plástico en Temponautas al igual que cuadros y arte digital. En estos últimos la figura humana es deformada mediante el uso de software de edición: emerge un sujeto irreconocible y modificado, vuelto otro, alienado. Quizá se trata de su particularsufrimiento personal, de lafragilidad intima. Carlos comprendió el extrañamiento que nos envuelve a medida que crecemos, que la distancia respecto de los sueños ofrecidos por el sistema nos conduce al arte, pero también al suicidio o al crimen. O a la locura.
Malcolm Romero. Año 2014
El capítulo perdido de Malsalvados. 2012