Este viernes 14 de febrero por la noche en Velvet el DJ y productor Amaury Lorenzo proyectará con “AikyrA” sus tres décadas con la música electrónica en un concepto único denominado Infinit love. Será a la medianoche, en el reconocido boliche céntrico de la ciudad de Santa Rosa.

“AikyrA” tiene una destacada trayectoria en la escena nacional e internacional. Durante su carrera, ha grabado discos en Europa, realizado giras por el continente y compartido escenario con grandes nombres de la industria.

Su sonido ha evolucionado constantemente, fusionando la música electrónica con diversos estilos y colaborando con sellos como Sony y Universal en la producción de canciones, discos y remixes.

“Tras una pausa, regresé con una propuesta renovada que combina dance, progresivo, indie, dark y techno. Su nuevo enfoque mantiene la esencia bailable y festiva que siempre ha caracterizado su música, consolidando su lugar en la vanguardia de la escena electrónica” dice el artista.

- ¿Cuál es tu visión de la escena actual y cuál es la diferencia con la de antes con la evolución tecnológica?- La escena ha cambiado drásticamente. Hoy, no basta con tener talento, técnica o una sólida formación musical. Para destacar, un artista debe construir una marca personal, dominar las redes y ofrecer una experiencia sensorial más allá de la música. Las plataformas impulsadas por inteligencia artificial están redefiniendo la forma en que los DJs son descubiertos y contratados. Ya no solo importa lo que creas en el estudio, sino cómo lo vendes y cómo conectas con tu audiencia digital. Incluso, en algunos eventos importantes, el acceso a oportunidades depende del voto del público o de algoritmos que analizan tendencias en tiempo real. Nos acercamos a una era donde el carisma digital y la interacción con la comunidad pesan tanto como la música misma. El futuro es un híbrido entre arte, tecnología y estrategia.”

-¿Cómo ves la música, la vida y la conexión con la gente y el universo en el futuro de tu carrera?- La música es amor en vibración, es el latido del universo manifestándose en sonido. No es solo ritmo o melodía, es una fuerza que nos une, que nos hace sentir vivos y nos recuerda que todos somos parte de algo más grande. Cada nota es un abrazo, cada beat es un pulso compartido con el corazón de quienes bailan. La conexión no está en los números ni en los algoritmos, sino en la energía que fluye cuando la música nos atraviesa y nos funde con el todo: con la naturaleza, con el momento, con el infinito. Hacer música es un acto de amor, de entrega, de dar sin esperar nada a cambio. Porque cuando vibramos juntos, cuando nos dejamos llevar sin miedo, ahí es donde realmente somos libres. Solo quiero disfrutar el momento. ¡Que la gente disfrute el viaje y agradecer por tanto amor!