Dancing Mood cierra el festival gratuito frente a la UNLPam.
El domingo 30 de noviembre de 2025, MagnaJazz llegará a su vigésima edición y lo celebrará con un festival inédito, al aire libre, frente a las escalinatas de la Universidad Nacional de La Pampa. Desde el primer acorde del Grupo CAS, pasando por las guitarras de Walter Malosetti y Luis Salinas, la armónica de Franco Luciani, el contrabajo de Mariano Otero o la batería de Pipi Piazzolla, hasta el recordado concierto de los niños de la Orquesta Infanto Juvenil: miles de historias se escribieron en el auditorio del Aula Magna de la UNLPam. El ciclo, que a lo largo de los años convocó a artistas y músicos locales, fue concebido como un punto de encuentro. Una copa de vino, una charla, una melodía compartida: MagnaJazz es música, pero también es encuentro. Es amistad, es amor. Y es, por sobre todas las cosas, una reunión de almas que se hermanan bajo el cielo más grande del mundo, en el centro del país, año tras año.
La vigésima edición, organizada de manera conjunta por la Secretaría de Cultura y Extensión de la Universidad Nacional de La Pampa y MP Producciones, con el acompañamiento de la Municipalidad de Santa Rosa, tendrá una particularidad: por primera vez, el festival se abrirá al público, será al aire libre y completamente gratuito. Tras diecinueve ediciones bajo techo, cinco formaciones compartirán el escenario: Chancho, Jazz Por Tres, Les Buitr3s y Java Queens, de Santa Rosa, y el cierre estelar a cargo de Dancing Mood, con un show único de vientos, baterías, guitarras y pianos.
EL CONCEPTO
La producción, que cada año cuida la identidad visual del festival, apostó en esta edición por un trabajo conjunto de diseñadores pampeanos hoy presentes en la escena nacional. Las agencias Mambonagia (Juan Barbonaglia) y Jordipau (Jordi Pau Díaz) unieron fuerzas y talento para crear la imagen de esta fecha tan especial. El resultado: un lenguaje visual que combina el espíritu del festival, el escenario llano, y una propuesta simbólica inspirada en tres animales de nuestra geografía: el zorro gris, el piche y el brasita de fuego. Ellos son los Guardianes del Viento, emblemas de esta celebración. El brasita, el zorro gris y el piche, los Guardianes del Viento.
LA LEYENDA
Dicen que en las llanuras pampeanas, cuando el viento sopla desde el Atuel y el sol cae sobre el caldén, aún puede oírse un rumor metálico que vibra en el aire. No es eco de tormenta ni truenos de verano: es el pulso del MagnaJazz, el festival que hace veinte años hace temblar el corazón de Santa Rosa con la magia de la música. Cada primavera, durante dos décadas, los acordes del festival se derramaron sobre el desierto, colándose entre los piquillines. Así fue como algunos animales, testigos silenciosos de esas noches doradas, comenzaron a transformarse. Hoy, cuando el MagnaJazz celebra sus 20 años, las criaturas despiertan una vez más para invocar el poder de la música. Y este 30 de noviembre, bajo el cielo pampeano, volverán a sonar los vientos de Dancing Mood, trayendo de regreso la magia que lo empezó todo.