La obra se presentará el próximo fin de semana en Anguil y en Quemú Quemú.
¿Qué diferencias existen entre la esencia humana y la animal? ¿Es que realmente existe esta diferencia? ¿Nos hemos deshumanizado o desanimalizado? Estas son algunas de las preguntas que atravesaron y atraviesan la está propuesta artística desde que comenzó a gestarse. De alguna manera, la obra se configura como un intento de responder, sin concluir, ya que las respuestas, como las preguntas, nunca terminan de agotarse.
Esta intervención escénica, realizada en un en escenario natural, dirigida por Mapi García Barberena, y en la que actúan Joaquín Chiodi y María Sol Riscossa, se presentará este sábado 12 en el Centro Cultural de Ida y Vuelta, de Anguil; y el domingo 13 en la Plaza General Belgrano, de Quemú Quemú. Ambas funciones son a las 18hs, con entrada libre y a la gorra, y se suspenden en caso de lluvia.
Previo a la realización de ambas funciones, desde las 17.3Ohs, y como ya es habitual en las presentaciones, podrán apreciarse obras de distintos artistas de cada localidad.
El evento se suspende por lluvia. Y pueden mantenerse al tanto de las novedades a traves del Instagram @humanimal.escarbaestasahi)
Está obra cuenta con el apoyo del Instituyo nacional del teatro.
Más info sobre la obra
La propuesta se asienta en la idea de la trashumación, es decir, en el cambio frecuente. Aquí lo que cambia son los seres que habitan toda la naturaleza, incluso la que les es propia. Los personajes están atravesados por el extrañamiento, por la desorientación. Su cuerpo les es ajeno. Se mueven entre lo animal y lo humano. De ahí el neologismo Humanimal. Intentan recordar qué les diferencia de los demás. Buscan la llave que le permita reconfigurarse, sin embargo, la cerradura está rota.
El trabajo es una construcción colectiva de este elenco concertado y se basa principalmente en la exploración. La obra se emplaza en un espacio natural. Esta decisión fue tomada teniendo en cuenta que ninguna representación escenográfica podría sustituir el cúmulo de estímulos que se generan en un entorno abierto. Estos funcionan como indicios de distintos espacios, la nutren, permiten la aparición de grietas, de lo inesperado, que hace brotar nuevos emergentes. El espacio, que se comparte por privado, es facilitado generosa y amorosamente por Roberto Sessa y Tini Rivarola.
El trabajo se completa con el importante aporte de quienes realizan el partido gráfico. El vestuario está diseñado por Agustina Bergonzi, los elementos escénicos por Mariano Ibacetta, el diseño gráfico es de Miguel Sanchez y la fotografía y video de Lucas Mateos Montigel.