Se encuentra abierta la inscripción al seminario intensivo de verano de teatro, dictado por los docentes Silvina D´Atri y Fernando Khabié, en la sede del Centro de Artes de Santa Rosa (Leguizamón 1125).
El seminario tendrá un arancel y se dictará el 27 y 28 de enero, de 19 a 21.30 horas.
Inscripción e info al correo: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo., al celular (2954) 332664 o en el mismo Centro de Artes.
A los que deseen inscribirse, los docentes le solicitarán asistir con vestuario teatral (ropa antigua, fuera de época) y leer un poema de Olga Orozco (se adjunta al cierre de esta gacetilla).
Descripción breve del Seminario
Sobre la técnica teatral “El Piedrazo en el Espejo” de Pompeyo Audivert. Este Seminario está destinado a actrices, actores, artistas y personas interesadas en investigar el cuerpo y la palabra dentro del Espacio Escénico, a partir de un abordaje de ruptura con el teatro realista, representativo y convencional.
El cuerpo del actor/actriz tomando presencia en la escena como una máquina surrealista, reflejando de manera “rota, discontinua, brotada y estallada”, su realidad. Máquinas actuantes que construyen situaciones propias, composición donde la palabra entra en juego desde asociaciones libres creadas por el propio actor/actriz.
A través de esta técnica, creada por el actor, docente, director y dramaturgo Pompeyo Audivert, conocida como “El Piedrazo en el Espejo”, técnica disruptiva del cuerpo y de la palabra, investigaremos, buscando matices dentro de la actuación, mediante nuestra composición física, máscaras y afectaciones en el “decir”.
La palabra. Cómo decir un texto para que sea “orgánico”, hablar desde un yo afectado, escindido de mi yo real; máquinas teatrales tomadas por un colectivo de entidades posibles, cómo llegar a improvisaciones que sean un fenómeno sumamente artístico.
Poema “Entre perro y lobo” de Olga Orozco
“Me clausuran en mí.Me dividen en dos.
Me engendran cada día en la pacienciay en un negro organismo que ruge como el mar.
Me recortan después con las tijeras de la pesadillay caigo en este mundo con media sangre vuelta a cadalado:una cara labrada desde el fondo por los colmillos de lafuria a solas,y otra que se disuelve entre la niebla de las grandesmanadas.
No consigo saber quién es el amo aquí.
Cambio bajo mi piel de perro a lobo.
Yo decreto la peste y atravieso con mis flancos en llamaslas planicies del porvenir y del pasado;yo me tiendo a roer los huesecitos de tantos sueñosmuertos entre celestes pastizales.
Mi reino está en mi sombra y va conmigo dondequiera que vaya,o se desploma en ruinas con las puertas abiertas a lainvasión del enemigo.
Cada noche desgarro a dentelladas todo lazo ceñido alcorazón,y cada amanecer me encuentra con mi jaula de obedienciaen el lomo.
Si devoro a mi dios uso su rostro debajo de mi máscara,y sin embargo sólo bebo en el abrevadero de loshombres un aterciopelado veneno de piedad que raspaen las entrañas.
He labrado el torneo en las dos tramas de la tapicería:he ganado mi cetro de bestia en la intemperie,y he otorgado también jirones de mansedumbre por trofeo.
Pero ¿quién vence en mí?
¿Quién defiende de mi bastión solitario en el desierto, lasábana del sueño?
¿Y quién roe mis labios, despacito y a oscuras, desdemis propios dientes?”