El miércoles 27 de septiembre a las 19.30h, con entrada libre y gratuita, se estrena en el cine Espacio INCAA Santa Rosa (Quintana 172) “Actas del salitral”, el documental realizado en nuestra provincia.
El guión está sustentado en una minuciosa investigación histórica de José Carlos Depetris. La historia es, a la vez, parte de su historia familiar, por lo que además es uno de los protagonistas. La dirección cinematográfica está a cargo del realizador audiovisual Alejandro Urioste.
“Actas del Salitral” es un largometraje documental, cuyo relato se anuda en el cruce de los dos genocidios que desgarraron nuestro país: la invasión y ocupación militar de la Pampa Central y norte de la Patagonia que comenzó en 1878-79; y la aniquilación, mediante un gigantesco dispositivo concentracionario, de los protagonistas de las luchas de los años 60 y 70.
El escenario de esta tragedia tiene que ver con un humilde caserío de los márgenes de Santa Rosa: El Salitral.
Los que encarnan el relato, son los integrantes de dos familias, antagonistas, cuyas vidas fueron atravesadas por el vendaval de la Historia.
Por una parte, la familia del fundador, Tomás Mason, cuyo bisnieto Guillermo Suárez Mason, el Carnicero del Olimpo, fuera el temible jefe de la Zona 1 de la represión.
Por otra parte, la familia de Mariano Rosas, el paisano ranquel de El Salitral, cuyos bisnieta y bisnieto, Inés y Raúl Uhalde fueran militantes revolucionarios. Raúl murió acribillado en la calle, en Buenos Aires. Inés fue secuestrada en Córdoba, trasladada al campo La Perla, muerta bajo tortura.
Los testimonios de los protagonistas se entrelazan con fragmentos documentales de la historia reciente y del siglo XIX.
El historiador y escritor José Carlos Depetris, a quien además unen lazos familiares con los Uhalde, es el cronista privilegiado de la primera parte de la historia.
La hija de Raúl Uhalde, su compañera, los compañeros de militancia, la amiga entrañable de Inés Uhalde, configuran la polifonía de la segunda parte.
Ficha técnica:
Duración: 1.45h
Productora: La Trova de Arenales
Guión: José Carlos Depetris y Alejandro Urioste
Dirección: Alejandro Urioste
Cámara y fotografaía: Alejandro Urioste, Fausto Yacomuzzi, Martín Antú, Atahualpa Dechecchi Gómez
Locución: Mercedes Andreotti
Locución Dramática: Julián Moreno
Música original: Claudio Camiletti, Alberto Gatica
Posproducción de imagen y sonido: La Trova de Arenales
Investigación histórica: José Carlos Depetris (Pueblo Ranquel, Invasión militar a la Pampa Central, fundación de Santa Rosa, poblamiento, confinamiento de los prisioneros) y Alejandro Urioste (Desarrollo de la nueva izquierda en los ’60 y ‘70, el período de luchas desde el Cordobazo hasta Villa Constitución)
Testimonios y relatos: José Carlos Depetris, Iara Uhalde, Silvia Casiró, Amanda Sánchez Brown, Mario Burgos, Fito Antílopi, Carlos Girotti, Nilda Redondo, Pablo Díaz
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DOS FAMILIAS, DOS GENOCIDIOS
El relato del documental gira en torno a dos familias y dos genocidios.
Por una parte, está la familia de los fundadores de Santa Rosa, Tomás Mason y su yerno el coronel Remigio Gil.
Ellos levantaron la estancia “La Malvina”, núcleo inicial de la ciudad de Santa Rosa, en tierras arrebatadas a los pobladores originarios, que Gil recibió como compensación a su desempeño en la Campaña del Desierto, y por haber sido uno de los aportantes del empréstito con que se financió la invasión.
LA CAMPAÑA
El primero fue en 1878 y 1879, cuando cinco divisiones del Ejército Nacional penetraron en La Pampa a sangre y fuego, en la llamada “Campaña del Desierto”.
Organizada por el Estado Nacional y financiada por capitalistas de Argentina y de Europa, la Campaña logró el objetivo de incorporar a la explotación capitalista más de quince mil leguas de tierras.
Esas tierras fueron robadas a la gente de la tierra, nuestros paisanos los indios.
La población fue diezmada, un gran porcentaje fue asesinado, gran cantidad mujeres fueron violadas por militares, las tolderías quemadas, y los sobrevivientes y las sobrevivientes fueron arreados como ganado hacia los centros de detención, y luego dispersados y esclavizados.
Esas tierras recibidas por Gil fueron loteadas y vendidas, es decir, la fundación de Santa Rosa tuvo la forma de un negocio inmobiliario. “La Malvina” se levantó con trabajo de ranqueles prisioneros y esclavizados.
Esas familias, después de la incursión de 1979, habían sido trasladadas en marchas forzadas hasta diferentes sitios de confinamiento y finalmente a Buenos Aires. Allí niños, niñas y mujeres fueron entregados a particulares para trabajo doméstico, y los varones fueron militarizados en el regimiento 1º de infantería cuyo comandante era el coronel Gil, previo bautismo forzado en la iglesia de Pilar, en Recoleta.
Después de ser obligados a participar de la expedición al Chaco, con idénticos fines que la de 1879, son llevados nuevamente a la Pampa Central a trabajar en los campos de Remigio Gil administrados por Tomás Mason.
Los prisioneros ranqueles fueron licenciados después de trabajar en “La Malvina” y quedaron viviendo en los terrenos bajos a la vera de la laguna, en tierras conocidas como “El Salitral”.
Los descendientes de Mariano Rosas, ahijado y homónimo de Pagnitruz Gnërr, el gran lonko de Leuvucó, constituyen la otra familia que aparece en el relato del documental. Magdalena Rosas, hija de Mariano, y Jean Uhalde, hijo de vascos franceses inmigrantes, forman una pareja, contrariando las tácitas pero rígidas leyes sociales de la época.
LA DOCTRINA
El segundo genocidio fue perpetrado casi cien años después, en 1976, y había sido anticipado por la ofensiva derechista y las acciones contrainsurgentes militares y paraestatales desde antes de esa fecha.
Tuvo el objetivo de aniquilar la corriente ascendente de masivas luchas sociales y políticas del período, que abarcó desde el Cordobazo a Villa Constitución.
Llegaron a funcionar más de 360 campos clandestinos de detención, tortura y exterminio en unidades militares y policiales, depósitos, fábricas y hospitales.
Mientras eran desaparecidas comisiones internas enteras, el Fondo Monetario Internacional y los bancos norteamericanos torcían el rumbo de la economía argentina hacia el horizonte neoliberal.
Queremos referir parte de la vida y de las luchas de dos bisnietos de Pierre Uhalde y Magdalena Rosas: Inés Magdalena Uhalde y Raúl Carlos Uhalde. Ellos fueron parte del huracán de la historia y víctimas del otro genocidio: Las continuidades de la historia son muy fuertes. Guillermo Suárez Mason (“Pajarito”), bisnieto de Tomás Mason, el fundador, fue, en la última dictadura genocida, el máximo jefe de las fuerzas represivas de la Zona I, es decir Buenos Aires y La Pampa.
Bajo su mando estuvieron todas las unidades militares y Centros Clandestinos de esa área inmensa, incluidos Olimpo, El Banco y Club Atlético.
EL GUIÓN
El guion de “Actas del Salitral” está sustentado en un minucioso trabajo de investigación del historiador José Carlos Depetris sobre los primeros años de la joven Santa Rosa.
En particular ha centrado su interés en los abusos sufridos por el pueblo ranquel.
Este tema, ha sido abordado por Depetris en varios libros de su autoría, como así también en publicaciones e intervenciones en nuestro país y el extranjero, y son permanente objeto de consultas por parte de numerosos investigadores.
Desde hace décadas, y de manera ininterrumpida, Depetris viene realizando sólidos aportes a la historia de las clases subalternas, de los sectores plebeyos y desposeídos de nuestra sociedad.
Es un punto de vista que no suele ser asumido por los estudiosos, ya que los documentos y las imágenes casi siempre están en manos de los vencedores.
La dirección cinematográfica está en manos del realizador audiovisual Alejandro Urioste, quien además aporta a la investigación del período de militancia de los hermanos Uhalde en la nueva izquierda revolucionaria de los ’70: Inés en Córdoba y Raúl en Buenos Aires