Por Miguel Ángel Rodríguez
La artista Viviana Cavalié, que reside en la Provincia de La Pampa desde hace más de una década, expone Reinventario en el Museo Provincial de Artes, y compartió la inauguración con la muestra El papel como metáfora de Mónica Fierro. Ambos repertorios podrán observarse hasta el día 19 de Octubre.
Viviana, que conocemos por su labor artística y de difusión cultural, muestra una serie de collages prolijamente dispuestos sobre las paredes del MPARTES. El tamaño de las piezas varía entre los diez y quince centímetros por lado hasta el metro cuadrado del ejemplar montado en la sala de ingreso. Todas los trabajos poseen un hilo conductor común, que el espectador cifrará según vivencias y sensibilidades previas. No obstante, me atrevo a pensar que cada papel que cubre a otro semeja un velo que en unas ocasiones tapa bien pero en otras no. Esa emergencia de lo cubierto es sugerente: podemos sospechar el regreso del pasado o la coexistecia de lo resuelto y su opuesto. La serie Reinventario combina estratigrafía con yuxtaposición y resuelve con soltura la composición de equilibrios y tensiones.
Interesa señalar la existencia de textos en castellano al igual que fragmentos de páginas, o páginas enteras, de libros escritos en francés. También hay tiras de hojas pentagramadas que conviven con retazos de papel meticulosamente cortados y dispuestos con cuidado casi obsesivo. Todo parece remitir a un presente imposible de escindir del pasado, y los velos de papel no impiden el afloramiento de lo transcurrido. Las transparencias incorporan lo que subyace y en uno de los trabajos se lee la palabra devenir, que está escrita con letras mayúsculas y en una tipografía gráfica particular, palabra devenir que me recuerda la idea hegeliana de un presente superador e integrador del pasado. Estas integraciones, casi ensambles, equilibran coherencia y cohesión, lo cual no es poco, pues supone la convivencia de la ruptura con la continuidad.
La factura de esta serie merece un comentario aparte: revela pasión por el oficio y el proceso manual de construcción. Recuperemos aquí, entonces, la noción de arte sin artificio que Viviana Cavalié profundiza, quizá sin proponérselo, en un reinventario caracterizado por la fluidez y la diafanidad.