*Por Gisela Colombo

El relato comienza con Alice Gould (Bárbara Lennie), una mujer sofisticada, “diplomada como investigadora”, quien es conducida por un hombre a un hospital psiquiátrico. Su ingreso responde a la necesidad de presentarse como paciente para hacer una investigación sobre la muerte sospechosa de un joven que se suicidó. El sujeto que la conduce es precisamente quien la contrata para dilucidar lo que cree ha sido el crimen de su hijo, el supuesto suicida.

A partir de entonces Alice toma el castizo nombre de “Alicia” y elimina toda su sofisticación para asimilarse a los internos. Varios personajes van dando forma a las variantes de la enfermedad mental, en sus múltiples posibilidades. Gemelos que adoptan a una jovencita como hermana son quienes pondrán a la nueva paciente en el lugar de la madre de familia imaginaria. Un interno inteligente, formado e increíblemente estable, revela los motivos por los que está confinado allí mediante una crisis que le desata el contacto con la simple lluvia. Un maniático sexual, un personaje silencioso y gigante y toda clase de casos alternativos desfilan por la historia

La ficción está inspirada en una novela literaria (1979) de Torcuato Luca de Tena Brunet, un escritor que murió unos meses antes de iniciar este nuevo milenio. El autor utiliza a Alice Gould, la protagonista, como alter ego. Él mismo es quien en la realidad se introduce en un hospital para enfermos mentales con el propósito de escribir este texto que inspira a los creadores de la película.

Lo interesante es que, amén del temor de contagio que explicita el personaje de Alice en el film, la imbricación del mundo lógico y la insania llegará más lejos de lo pensado. En el libro de Tena Brunet, en el mismo prólogo, es posible adivinar la contienda entre el psiquiatra Juan Antonio Vallejo-Nágera, prologuista, y el deseo del escritor de internarse por cuestiones profesionales para caracterizar mejor a los personajes. Lo cierto es que el novelista logra ingresar al Hospital Psiquiátrico de Nuestra Señora de la Fuentecilla, cerca de Zamora, donde ocurre la acción de su novela y de la película de Oriol Paulo también.

El film se estrenó durante el año pasado, más exactamente el 24 de septiembre de 2022. Y pronto recibió varias nominaciones para los Premios Goya.

Las productoras que intervinieron fueron Atresmedia Cine, Nostromo Pictures, Filmayer.

El director, Oriol Paulo, desplegó la ya célebre originalidad y talento de los que es dueño, con este film cuya fuerza revela un profesionalismo de origen inconfundiblemente literario. El guión estuvo a cargo de Oriol Paulo, Guillem Clua y Lara Sendim.

 

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La labor de la actriz que protagoniza, Bárbara Lennie, no sorprende porque viene brillando en películas y series desde hace tiempo. La acompañan Eduard Fernández, quien interpreta al director del Hospital; Loreto Mauleón, en el papel de una empática doctora Montserrat Castoli; Federico Aguado, como el doctor Teodoro Ruipérez; y en el rol del doctor César Arellano, Javier Beltrán. Samuel Soler, como los gemelos, Francisco Javier Pastor, el “hombre elefante”, entre otros, completan el elenco y contribuyen a la credibilidad de un relato que no se limita a la clausura de una única interpretación, desplegando en ello un evidente respeto por el espectador como sujeto que intelige y no sólo se ordena al entretenimiento.

El interés de la experiencia que hizo el escritor de la novela no mengua ni un poco la atracción que debe causar una película semejante. Con la novedad de que la locura ya no se mirará con la objetividad del profesional, con el rigor de una investigadora, sino en verdadera primera persona y en desnudo “primer plano”.