Por Gisela Colombo
“Entrevías” es una serie de televisión española creada por David Bermejo con Aitor Gabilondo de productor ejecutivo, y protagonizada por José Coronado, Nona Sobo, Luis Zahera y Felipe Londoño.
El responsable del guión es un equipo de profesionales compuesto por David Bermejo, Jordi Terradas, Patricia Trueba, Víctor Pedreira, Juan Ramón Ruiz de Somavía y Natxo López.
La tira cuenta la historia de un veterano de guerra conservador, algo prejuicioso y racista, que defiende una cultura a la cual, en la calle, le ha pasado el cuarto de hora. En efecto, Tirso Abantos interpretado por un actor consagrado como lo es José Coronado es el protagonista de la serie. Un hombre jubilado que trabaja en su ferretería ubicada en el Barrio de Entrevías, de la ciudad de Madrid. Se trata de un sitio habitado por inmigrantes y gente trabajadora que fue invadido por narcos, marginales, prófugos de la ley y una juventud en franca destrucción. La hija y el hijo de Tirso, gente de mediana edad, habían partido de allí y tenían un pasar aparentemente mejor. Con el correr de los episodios sabremos que el varón tiene problemas económicos y le cuesta mantener la familia a causa de la cantidad de hijos que tiene -cuestión que Tirso atribuye a los deseos irracionales de su esposa-. La hija, Jimena Abantos, casada con un hombre de dinero, vive en una casa sofisticada con él y con su hija adoptiva, una niña vietnamita que ya cuenta dieciséis años. En el cumpleaños del abuelo se develará que se echó a perder, que abandonó el colegio porque se enamoró de un pandillero colombiano de Entrevías. Con él llegará al festejo como una pandillera más.
Tirso, indignado por el panorama que, de pronto, se le despliega ante los ojos, no puede más que tomar una decisión: si los padres de Irene no son capaces de dominarla y llevarla al camino recto, será él quien se ocupe de hacerlo. Así es que deciden que la niña debe, aun a regañadientes, mudarse a casa de su abuelo y acatar una serie de normas que le impone y a ella resultan inverosímiles. A pesar de su rebeldía, la chica se va adaptando a la autoridad del abuelo, sin dejar nunca de estar en falta por un motivo u otro. De este vínculo de amor signado por las diferencias generacionales y las incongruencias culturales entre ambos, habla la serie. Pero también de otras relaciones de amor que van determinando el curso de los hechos.
A partir de entonces, el relato se convierte en un thriller.
Nelson, el amor de Irene, tiene el desafío de sobrevivir en el barrio, pero con el temor y la culpa de caer en acciones que su madre rechazaría. Ella (Laura Ramos) es inmigrante cubana, que fue llevada a España y engañada por una red de trata. Y, a pesar de ello, no ha perdido sus valores y luchó hasta lograr que su hijo Nelson (Felipe Londoño) estuviera con ella. Ahora, ya adulto, confía en él ciegamente, aun cuando las evidencias le muestran otra realidad.
Un policía muy conocido del barrio (Luis Sahera) es amigo de la cubana y esta amistad también torcerá algunas circunstancias. La nueva jefa de policía también habrá de relacionarse con un personaje de la familia y otras tantas cuestiones desviarán el rumbo gracias a esta relación.
El resultado es una serie de acción, electrizante, con indiscutible contenido social, que sostiene el interés durante sus dos temporadas. Los episodios son dieciséis en total y duran alrededor de una hora. El conjunto recuerda un poco a “Vivir sin permiso” también protagonizada por José Coronado y a El príncipe, que sondea asimismo el tema del narcotráfico.
Las actuaciones son muy satisfactorias. Quizá suene un poco extraña en algunas escenas la actriz Nona Sobo, que a pesar de ser española, registra un origen tailandés. Su dicción quizá sea un recurso más de la ficción para recordar la condición de vietnamita de Irene. De cualquier modo, y sin ser un defecto, es el personaje más dudoso para la verosimilitud, porque por momentos habla con un español forzado. Más allá de este detalle, la tira logra el tradicional realismo español, entretiene, alimenta y funciona. ¡Excelente para recomendar!