*Por Gisela Colombo
Ehrengard, el arte de la seducción es una nueva propuesta de origen danés, producida por Netflix. El relato cinematográfico recuerda ficciones como “Emma” de Jane Austen o la saga Bridgerton. Se trata, en este caso, de una comedia enmarcada en algún momento del siglo XIX, en Dinamarca y en el ámbito de una clase noble o acomodada.
Su procedencia es una obra literaria que lleva el mismo título y fue escrita por Karen Bixen, una escritora danesa también que ha publicado muchas obras entre las cuales están Memorias de África · Denys Finch Hatton · El festín de Babette.
La puesta en escena fue dirigida por Bille August, quien recibió el crédito de la prensa y los espectadores.
Un pintor avezado en conquistas eróticas y con una comprensión de las capas más profundas de las motivaciones humanas, acepta hacer un retrato de la duquesa, ocasión en que la misma noble descubre esas aptitudes sobradamente. Por ello, luego de convidarlo a una fiesta, la mujer le propone un trato. Le propone que entrene en el ars amandi y las capacidades amatorias a su tímido hijo y heredero del ducado. A cambio debe conseguirle la atención y las oportunidades para conquistar a una joven que da nombre al film: Ehrengard.
Las peripecias que experimentan quienes urden estas dos estratagemas serán motivo de diversión como suele sentirse frente a una comedia de enredos.
Se trata de un divertimento liviano, pero bien ambientado y dirigido.
El guión pertenece a la sociedad de Jacob Jørgensen y Anders Frithiof August.
Los actores principales son consagrados artistas en su Dinamarca natal: Sidse Babett Knudsen, Mikkel Boe Følsgaard, Christopher Læssø, entre otros. Y el balance es agradable.
Una historia simpática, que no sorprenderá pero sí será efectiva como un rato de humor inofensivo, como la recreación de la vista en los vestuarios y escenografías y, en fin, como un atractivo entretenimiento de fin de semana.