Por Gisela Colombo
“Engaños” es una de las series que el streaming ha propuesto en las últimas semanas. Se trata de una ficción inglesa inspirada en una obra literaria llamada Fool me once de Harlan Cobe, escritora estadounidense.
Dirigida por David Moore y Nimer Rashed, la producción confió el guión, una adaptación de la obra literaria, al grupo de guionistas compuesto por Charlotte Coben, Daniel Brocklehurst, Tom Farrelly, Nina Metivier y Yemi Oyefuwa.
Michelle Keegan (Maya Stern) es la protagonista de la miniserie de ocho episodios, que suscitan interés, suspenso, acción y debate moral. Las actuaciones de Adeel Akhtar como el inspector policial Sami Kierce, Joanna Lumley (Judith Burkett), Natalie Anderson (que interpreta a Claire Walker), Jade Anouka (Nicole Butler) son acertadas. Richard Armitage, ya actor de culto para los ingleses y el director, le presta el cuerpo a Joe Burkett, al tiempo que le imprime mayor prestigio a la tira.
La historia narra la experiencia de Maya, una militar retirada que ha luchado del otro lado del mundo, mientras su hermana muere en el Reino Unido, víctima de un asesinato. Ya retirada, unos meses más tarde, y en un asalto que resulta dudoso para la policía, muere su esposo, el heredero de una de las familias más ricas de la Gran Bretaña. El grupo empresario familiar se dedica a la producción de medicamentos.
Pero las dudas despiertan cuando, tiempo después, su hija de tres años queda sola con la niñera y Maya se asegura de su bienestar mediante cámaras que graban las escenas en el cuarto de juegos. Lo que encuentra ahí es la visita de Joe, su esposo, que parece haber vuelto de la muerte para pasar unos instantes con la pequeña. La imposibilidad de este hecho pone en jaque a la mujer. El dilema requiere de ella una investigación tan intrincada como peligrosa, que Maya cumplirá. Tránsito que recorrerá auxiliada, intermitentemente, por el inspector de la policía, quien también abriga sospechas sobre ella.
El resto no conviene adelantarlo para no minar el suspenso que es uno de los logros de la serie. Pero sí diremos que la ficción corre hacia una situación que podría ser la de cualquier país moderno, en términos de Cuestiones Sanitarias, y por ello se convierte en una denuncia y también en el fomento de un debate que concierne a todos.
En suma, la tira es atrapante. Y más allá de la ficción, retrata un problema verosímil para Reino Unido, pero también posible en otros muchos sitios. Las locaciones son agradables. Una de ellas es la mansión de Tommy Shelby en Peaky Blinders. ¿El vestuario? Discreto, creíble. Hay buenas actuaciones y es respetable el trabajo de dirección. La suma de estos esfuerzos produce un buen ritmo de la trama en el proceso de dilucidación del misterio, lo cual es, principalmente, mérito del guión. De su recorrido puede descontarse una buena experiencia. No por casualidad, sino por virtud, “Engaños” ya está entre las más vistas del momento.