Por Gisela Colombo
“Ophelia” es un film que vio la luz en 2018 pero llegó durante 2022 a las plataformas de streaming. Se trata de una coproducción británica y estadounidense inspirada en el personaje de Ofelia, la amante emblemática de Hamlet, en la obra shakespeareana del mismo nombre. En rigor, hay varios pasos entre una versión y otra. Lisa Klein es la autora de una novela que recrea al personaje de Shakespeare con un tamiz muy contemporáneo, que intenta reivindicar la figura femenina con un sentido quizá objetable por la anacronía en que sucumbe. En esa obra literaria se inspira el guión de Semi Chellas que dará vida a esta puesta en escena. La directora es Claire McCarthy, de procedencia australiana.
La película congrega actrices y actores de renombre. Tal es el caso de Naomi Watts y Clive Owen. La protagonista es interpretada por Daisy Ridley. Devon Terrell, George MacKay y Tom Felton forman parte también del elenco.
El relato sigue la historia de Hamlet con cierto respeto a la obra original en los primeros tramos pero hacia el final introduce divergencias crecientes. Es que se trata inicialmente del mismo argumento, pero narrado desde la perspectiva de la joven enamorada del príncipe de Dinamarca.
Cuenta el texto de Shakespeare que el Rey Hamlet, padre de nuestro héroe, muere en un final que genera desconfianza en el príncipe. El casamiento prontísimo de su madre Gertrudis con el hermano del deceso, ahora nuevo Rey llamado Claudio, alimenta esas suspicacias.
Aunque si algo confirma el crimen de su padre a Hamlet hijo es la aparición del espectro del Rey que regresa desde el purgatorio para pedirle a su hijo que vengue el crimen. La obra retrata el proceso interior, y la realización dubitativa de la venganza. Ofelia, en ese contexto, es una amada del príncipe, hija de Polonio, un consejero del Rey. Sus amores no son oficiales porque la condición social de ella impide un eventual matrimonio. Y aun así la unión se concreta de hecho.
La tragedia no está completa hasta que Hamlet, por error, mata al padre de Ofelia y desata en ella la locura. Laertes, su hermano, regresa de Francia para vengar al padre de ambos.
Hamlet es enviado por su tío a Inglaterra con dos amigos de infancia que deben, por orden del Rey, entregar al cadalso al príncipe. Hamlet logra escapar de ellos mediante el cambio del documento y quienes mueren son sus amigos. Él regresa de inmediato a Dinamarca y al llegar sufre la traición conjunta de Claudio y Laertes que deriva en su muerte. Ofelia, incluso antes del regreso de su amado, muere ahogada, en circunstancias que no permiten dilucidar si se trata de un suicidio o no, como consecuencia de la locura.
Pero en el caso de esta puesta en escena la heroína y protagonista debe decidir entre el amor y su propia supervivencia. En suma, y sin cometer anticipos inconvenientes, el film se propone exaltar la figura femenina, que no será una víctima impotente, sino que encarnará el empoderamiento femenino que se precia.
Las actuaciones son naturalmente buenas, en virtud del nivel que posee el elenco pero la película no conmueve ni suma en ningún aspecto. Y puede aspirar, a lo sumo, a ser un pasatiempo más en el mar de entretenimiento que ofrece el mercado actual.