Clanes” es una serie española cuyo escenario son las rías de Galicia por donde ingresan a Europa, en un enorme flujo —y de contrabando—toda clase de mercancías. Entre ellas se filtran toneladas de estupefacientes.

 

Por Gisela Colombo

Si la temática interesa a esta producción, no es de ningún modo la primera vez que se monta una serie a propósito de este problema social. De hecho, “Vivir sin permiso” una serie de hace unos años, sondea un mismo tema, mientras Fariña, enmarcada en el mundo de los setenta, es otra versión del asunto en su fase más temprana. La reciente “Mano de hierro”, protagonizada por nuestro compatriota “Chino” Darín también alude a esta realidad del delito en el Mar Cantábrico.

Pero las coincidencias, especialmente con “Vivir sin permiso”, exceden los paisajes en que se desarrollan los hechos e incluso parte del casting retoma el reparto de aquella tira. Miguel de Lira es intérprete de casi un desprendimiento de su papel de Celso que, en Vivir sin permiso, presta cuerpo y voz a uno de los socios de Nemo Bandeira.

Jorge Guerricaechevarría es tanto el creador como el guionista de la tira, mientras Roger Gual dirige los siete episodios de esta primera temporada.

El elenco está formado por: Clara Lago y Tamar Novas (protagonistas) y se completa Xosé Antonio Touriñán, Chechu Salgado, Melania Cruz, Francesc Garrido, Diego Anido y María Pujalte.

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El relato nos presenta un narcotraficante poderoso de Galicia (Miguel de Lira), cuyo clan lleva el apellido de Padín, cumple una condena que le permite salidas transitorias, y está próximo a ser liberado. Su hijo, Daniel Padín (Tamar Novas), lleva años haciéndose cargo de los negocios oscuros de la familia. Pero su destino cambia cuando aparece una abogada, Ana González Soriano, que después de desempeñarse en uno de los bufetes más grandes de Madrid, decide mudarse a Cambados, una ciudad pequeña en la que todos se conocen. Más tarde sabremos por qué razón Ana decide radicarse allí. La revancha que lleva entre manos la protagonista, oscilará en el vacío a medida que Ana estreche su relación con Daniel.

La tira tiene buen ritmo, los diálogos son creíbles y su materia dramática está bien pensada para generar acción y drama.

En suma, ¿qué tiene para ofrecer esta historia? Pasatiempo. No se espere de ella originalidad ni nada destacable fuera de la fórmula muy probada en escenarios naturales que se han puesto de moda en los últimos años de la industria española. No obstante, es una oferta digna, en esta primera temporada. Aun no se sabe si seguirá, pero la trama dice que sí, que debiera… Ya veremos…